www.marca.com

La revolución naranja llega a la Liga

Burela, la tierra prometida del fútbol sala

  • Uno de cada 10 habitantes de la localidad se hace socio del Pescados Rubén

  • Es el único club de España que tiene en Primera equipos masculino y femenino

ANDRÉS ARMERO

Si algún día el fútbol sala se muere, su entierro se celebrará en Segovia y su funeral en Talavera. Si algún día el fútbol sala tiene que resucitar, será allí, entre los pescadores, con el 10% de su población abonado a un sueño, en Burela. La tierra prometida de este deporte.

A Mariña lucense obsequia al mundo con algunas de las playas más impresionantes del planeta. Burela aceptó el regalo del mar para bendecir su tierra y comenzó a construir suhistoria. Ésta no se podría concebir sin el fútbol sala. El deporte de élite llegó de la mano del Cefire en los gloriosos 90. El equipo militó un año en la máxima categoría, junto a otros dos clubes de la provincia, el Prone de Lugo y el Muebles Caloto de la Puebla de San Julián.

Adiós al Cefire
Eran buenos tiempos para un deporte que se nutría de jugadores de leyenda. Y como cualquier época de gloria tenía un fin. El Cefire cambió Burela por Viveiro dejando huérfanas a 10.000 almas que ya no podían vivir sin el fútbol sala. El pueblo no se rindió. Todo lo contrario. “El CD Burela Fútbol Sala se fundó en 2001 y en cuatro años el equipo volvió a pelear por subir a Primera”, comenta José Luis Saéz, su directordeportivo.

Cada año un ascenso hasta llegar a la división de plata. “Una vez allí se disputaron siete playoffs para subir, pero no hubo manera”, apunta Alfonso Mera, director de la Escuela y preparador físico del equipo femenino. En el último asalto, contra Martorell, el Burela Pescados Rubén –patrocinador que continuará con el equipo- volvió a morir en la orilla.

El sueño de Primera
La delicada situación de varios equipos en la élite ha propiciado que Burela complete su ansiado ascenso, aunque siempre tendrá la espina de no haberlo hecho en la pista, como se merecía por su sólido proyecto. Saéz lo tiene claro: “El club está perfectamente saneado, con una estructura fuerte y una apuesta absoluta por la base y también por el fútbol sala femenino, estamos con la cantera a muerte”.

Hasta cinco jugadores de la comarca podrían tener la ocasión de formar parte de un oasis que imaginaron desde niños. Juanma, el gran capitán, es uno de los grandes símbolos de la plantilla entrenada por Julio Delgado. Cada sábado Vista Alegre se teñirá de naranja con las camisetas de más de mil personas que acudirán puntuales a su cita. “Esperemos que se llene en todos los partidos, la gente está con muchas ganas”, apunta el directordeportivo Saéz.

Una religión
Tan relevante como ese dato es la asistencia para ver al equipo femenino, que el Pescados Rubén devolvió a la vida convirtiéndolo en uno de los mejores conjuntos de España. “Es impresionante, en la Copa de la Reina estuvo lleno y en Liga viene mucha gente a verlas”, apunta Mera, un hombre que conoce como nadie los entresijos de la fecunda cantera lucense.

La presencia de Burela en la élite es necesaria. Trabajo con los más pequeños, apuesta por el deporte femenino, ilusión, esfuerzo, pasión, el Pescados Rubén nunca bajó los brazos y fue capaz de reinventarse cuando el castillo de naipes parecía desvanecerse. Si algún día el fútbol sala lucha por sobrevivir, tres ciudades librarán las batallas decisivas. Una es Segovia, que por suerte sigue en Primera, otra Talavera, que por desgracia vuelve a estar herida. La tercera es Burela. El fútbol sala lo sabe. El fútbol sala se lo debía.

Esta entrada foi publicada en Noticias y política. Ligazón permanente.

Deixar un comentario